"Las llamas jamás pasarán al otro lado"
Cuando me acerqué un poco más a la pared en llamas pude ver una línea de color blanco y brillante sobre y a lo largo de esta.
Supuse que era el borde de un cristal incrustado en medio de la madera y que protegía todo el costado derecho de la pared.
Aparece una figura sobre las llamas
Una mañana de agosto 2001 se produjo un incendio en la casa adjunta a la de mi tía en la que antiguamente vivían unos familiares y que después se convirtió en un lugar de alquiler.
El origen del incendio parece haber sido un problema eléctrico en la cocina.
Yo vivo muy cerca y pude llegar pronto.
Inicio
Fui una de las primeras personas en llegar. Entré hasta el jardín donde pude ver llamas de unos seis metros de altura.
Mi tía Ana estaba arrojando agua hacia la pared y cuando me vio me gritó: "haz algo, salva mi casa!".
Me sentí muy presionado. Busqué cualquier idea para tranquilizarla. Recordé que Ana acostumbraba a leer libros de misticismo y cosas parecidas. Una vez ella me dijo que los pensamientos podían modificar acontecimientos futuros. Entonces decidí usar esa creencia y así tranquilizarla. Aunque me sentí culpable porque yo casi no creo en esas cosas.
Mi boca se abre y salen palabras
Le dije con insistencia "Imagina que el incendio ya terminó, solo así se salvará tu casa".
Pero algo extraño ocurrió en ese momento porque sentí que mi boca estaba abierta y salían palabras como si fuesen insectos que escapan volando.
Jamás había sentido algo como eso. Estaba confundido y a la vez muy molesto por haber sido usado como un títere.
Días después del incendio mi tía me dijo que al escucharme hablar miró hacia los alrededores y sintió que todo estaba muy bien entonces se calmó completamente. Aunque ella recuerda que le dije "Mira a tu alrededor, todo está muy tranquilo...".
Yo no sé si tenia intenciones de decirle eso. Quizás fueron esas las palabras que escaparon de mi boca.
Aparece una línea blanca a lo largo de la pared
Cada vez que yo iba a casa de Ana y Andrea veía el retrato de Sabina. Las primeras veces no pensé nada, pero unas semanas después comencé a relacionar ese retrato con el rostro sobre las llamas.
Repentinamente llegué a la conclusión de que el rostro sobre las llamas era de Sabina.
El retrato de mi bisabuela Sabina es el único objeto que le regalaron a mi tía de las pocas cosas que quedaron de la casa incendiada.
Entonces es demasiado coincidente que le hayan regalado un retrato a Andrea porque es lo que yo necesitaba para encontrar una explicación a varias preguntas:
¿Quién habló por mi cuando intenté hablarle a Ana para calmarla?
¿De quién era el rostro sobre las llamas que tanto atrajo mi atención?
¿Quién dijo "las llamas jamás pasarán al otro lado"?
Mis tías me contaron que Sabina era como una especie de matrona y curandera. Ella construyó la casa que se incendió. Contrataban a algunos trabajadores, pero en cuanto a personas de la familia fue ella quien más participó en la construcción.
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Luego miré hacia arriba y pude ver el perfil de un rostro de mujer.
Era como un dibujo formado con una línea blanca, igual que lo anteriormente descrito. (Quizás la línea a lo largo de la pared desapareció para luego dar forma al rostro)
Mientras observaba la imagen del rostro me preguntaba quien era. Pensé que se parecía a una persona que antes vivía allí, pero después sentí con fuerza que estaba equivocado.
Y en eso estuve bastante tiempo, mirando y tratando de saber quien era.
Ese momento de incertidumbre quedó grabado en mi mente aún después del incendio.
Creo que todo esto era más mental que visual. Esa imagen no estaba allí sino que en mi mente.
"Las llamas jamás pasarán al otro lado"
Luego de contemplar el rostro sobre las llamas subí a la techumbre para arrojar agua con una manguera. Una vez arriba escuché en mi mente "Las llamas jamás pasarán al otro lado". Era una voz femenina de infinita pureza y autoridad.
Desde la techumbre podía ver algunas casas, una fábrica, el cerro, etc. Entonces después de haber escuchado esa frase y mientras miraba ese paisaje pensé algo como: "Los científicos, obreros, nunca podrían cambiar esto aunque quisieran... no hay forma de cambiar el destino".
Seguramente no era mi pensamiento sino que las palabras de esa mujer. Yo creí que estaba pensando pero en realidad estaba "escuchando".
Más cosas extrañas
Sentí varias cosas más, algunas más profundamente que otras:
Algo me rodeaba. Creo que eran muchas pequeñas partículas blancas que se movían lentamente todas en la misma dirección.
Había algo, cercano o lejano, que era absolutamente armonioso. No estaba vivo, pero estaba conectado con un tipo de vida extremadamente lejana. Había lógica, armonía, razonamiento...
También sentí que todo lo conocido y la vida tiene una razón de ser. Es un proceso lógico, matemático. Tuve en esos momentos una extrema sensación de realismo.
Casi al final de esos momentos sentí que estaba absolutamente protegido. No tenía la más mínima preocupación por nada.
Yo estaba consciente que era un momento anormal, pero no tuve ningún deseo por buscar explicaciones o pensar.
Creo que esa mujer o fantasma, o parte de su mundo, me rodeaba y por eso sentí todas esas cosas.
Dos horas después
La casa quedó casi totalmente destruida. Pero la pared de la que hablé solo se quemó por dentro porque en la superficie exterior no se percibía ninguna marca. Entonces realmente ocurrió lo que dijo la voz porque las llamas jamás pasaron al otro lado. O sea hacia la casa de mi tía Ana.
La línea blanca que yo pensé que era como un cristal en medio de la madera también tiene sentido. Estaba en la mitad de la pared, por ese motivo solo se quemó por dentro.
Alguien que vivía en el segundo piso de una casa cercana dijo que durante el incendio repentinamente apareció un viento muy fuerte y cambió notoriamente la dirección de las llamas. Quizás esto ayudó a que la pared no sufriera daños. Esta persona estaba sorprendida de la intensidad y el brusco cambio en la dirección del viento.
Al final de esa mañana regresé a mi casa, pero antes alcancé a decirle a mi tía Ana que algo raro había ocurrido durante el incendio. Ella no me dejó terminar porque comenzó a sonreír diciendo que también vio y sintió cosas extrañas. Con el transcurrir de los días ella y yo aclaramos los detalles y todo coincidía.
Al día siguiente
Ana vive con su hermana mi tía Andrea. Ella escuchó ruidos en la calle y salió a ver. Se encontró con un familiar dueño de la casa incendiada quien estaba ordenando las pocas cosas que se salvaron de las llamas. Cuando Andrea se acercó vio habían algunos retratos apilados. Andrea miró el retrato de Sabina y él decidió regalárselo.
Ese retrato estuvo en la antigua casa de mis tías cuando eran niñas.
